se buscan firmas

por favor leer este post en la zona catalan y si quereis firmar

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Gonzalo.

GON MAS DATOS PLEASE…A MI ME SALE QUE ME TENGO QUE REGISTRAR EN LA VANGUARDIA…CUENTANOS ALGO…QUE PARECE INTERESANTE…

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Gonzalo.

Gon, explica donde debemos firmar…yo quiero, pero no se muy bien donde, ya que no toi registrao en la vanguardia.
Sino, puedes utilizar mi firma:

JAUME LLENA NAVARRO

SALUT y GRACIAS

sigo sin saber de que va el tema…alguien me lo explica?

ahi van los articulos

EPIDEMIA SOBRE RUEDAS
Exhibicionistas sobre dos ruedas
Los Mossos aumentan el control de las carreteras tomadas por motoristas
Los Mossos recaban información sobre la celebración de carreras ilegales en polígonos

En los últimos tres domingos han muerto cinco motoristas en las carreteras catalanas. Cada año, fallecen 70 motoristas, el 9% de las víctimas del tráfico viario
“Algunos aficionados asumen riesgos al exhibirse entre ellos”, dice un responsable de Trànsit

JAVIER RICOU - 13/10/2004
LLEIDA

Van de excursión, se exhiben entre ellos y, en algunos casos, apuran hasta el límite sus máquinas. Son los amantes de la moto, una especie cada vez más numerosa en Catalunya y que, estos meses de otoño, se dejan ver como nunca en las carreteras, ya que el tiempo de esta estación es el ideal para sus salidas. La mayoría de estos aficionados a la velocidad sobre dos ruedas son conscientes de los riesgos que entraña su afición en las vías interurbanas. Una pequeña minoría se salta, sin embargo, toda las normas y esas conductas, además de perjudicar la imagen de todo el colectivo, acaban muchas veces en tragedia o suponen un grave riesgo para el resto de los usuarios de las carreteras.

Cada año fallecen en las carreteras de Catalunya una media de 70 motoristas, que suponen el 9% de las víctimas que se cobran los accidentes de tráfico. Los tres últimos domingos han sido especialmente trágicos y esa lista se ha visto engrosada con cinco nuevos nombres de motoristas muertos en accidentes ocurridos en el Berguedà, el Bages, Tarragona y la Cerdanya.

En Catalunya hay censadas más de 420.000 motocicletas. Son miles los motoristas que salen cada fin de semana y la mayoría coinciden a la hora de elegir destino. Estos aficionados buscan carreteras con pronunciadas curvas, un buen firme y con bonitas vistas. Existen cinco vías interurbanas que parecen haber sido diseñadas para satisfacer las preferencias de los motoristas. Son la BP-1101, de Manresa a El Bruc; el Coll de Lilla, en la N-240; el tramo de la GI-682 que va de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guíxols; las cuestas del Garraf, y la T-701, de Falset a Gratallops.

En estas cinco carreteras se concentra la mayoría de los motoristas que sale los fines de semana. El espectacular incremento del tráfico de vehículos de dos ruedas en los festivos ha obligado a los Mossos a preparar operativos especiales en esos puntos calientes para controlar la situación, sancionar conductas imprudentes y evitar siniestros, tal como revela Joan Bergadà, responsable de investigación de accidentes de la división de Trànsit de los Mossos.

“No tenemos constancia de que se hagan carreras ilegales en esas carreteras -indica Bergadà-, pero sí que detectamos casos de conducciones arriesgadas y conductas peligrosas que los motoristas llevan a cabo para exhibirse entre ellos”. En la carretera de Manresa a El Bruc es normal observar a muchos de estos moteros detenidos en alguna de las pronunciadas curvas para observar cómo pasan y se inclinan una y otra vez sus compañeros. “Se hacen fotos y se filman en vídeo”, añade el responsable de Trànsit. Y cuando se apura tanto la máquina es cuando se incrementa el riesgo de padecer un accidente. Los moteros se han acostumbrado ya a la presencia de los Mossos. Es más, los aficionados veteranos y que rehúyen estos juegos apoyan los controles policiales. “Nosotros también vamos por esas carreteras y algunas de las conductas que vemos suponen una auténtica amenaza no sólo para los automovilistas, sino también para el resto de las motos”, indican.

En la mayoría de los accidentes con motos no suele haber más implicados que la propia víctima. “Sólo cuando van en grupo de 15 o 20 hay riesgo de colisiones entre ellos si no se cumplen las normas. Así murió hace dos domingos un motorista en Tarragona”, dice Josep Bergadà.

Hay aficionados, asimismo, que buscan carreteras locales muy estrechas, con buen firme, para correr a velocidades de circuito. Es el caso del motorista cazado hace un par de años en el Solsonès cuando iba a 236 km/h. “El conductor está asumiendo en estos casos un grave riesgo, ya que en esas vías locales puede encontrarse desde una máquina agrícola hasta cualquier animal que haya invadido la calzada”, advierte el responsable de Trànsit.

Paralelamente a los controles en estas vías “tomadas” por los motoristas, desde el área de investigación de los Mossos de Trànsit se trabaja también en recabar información sobre la celebración de carreras ilegales en polígonos o aparcamientos de grandes superficies. Este tipo de competiciones se organizaron años atrás en la Arrabassada o en la vía que une Manresa con El Bruc, hasta que la presión policial obligó a los organizadores a buscar otros escenarios más discretos.

En los casos de las competiciones clandestinas hay apuestas y participan tanto coches como motos. “Los participantes suelen estar muy bien organizados e incluso montan sus propios sistemas de vigilancia para detectar la llegada de agentes”, indica el responsable de Trànsit. Este tipo de competiciones se monta y desmonta con rapidez. “Es muy raro que se dé publicidad, ya que si llegan personas de fuera del grupo, suelen subir las apuestas y entonces los que han montado la carrera ilegal no tienen ya ni opción de jugar”, concluye Bergadà.


Una mañana de caza de imprudentes
La conducción negligente, carecer de carnet o los trucajes son las principales infracciones

LA VANGUARDIA - 13/10/2004

El trazado, las vistas, el firmey las pronunciadas curvas han convertido los fines de semana la carretera BP-1101 (de Manresa a El Bruc) en uno de los espacios preferidos por los amantes de la velocidad y las dos ruedas. Sólo los Mossos pueden evitar el caos. Hay servicios especiales de los agentes de Trànsit casi cada fin de semana. El último fue el domingo 3 de octubre. Ricard Riera, responsable de Trànsit de la Catalunya Central, dirige el operativo. Dos vehículos de los Mossos, dos motoristas y un coche camuflado con radar se despliegan, a partir de las 11, por los 20 kilómetros que tiene esta carretera.

No ha pasado ni media hora del comienzo del operativo cuando por la radio de los Mossos se oye que el vehículo camuflado ha localizado a dos infractores. El agente ha observado como han efectuado varios adelantamientos en línea continua, explica el sargento Riera. Tras ser interceptados, se les impone la multa de 150 euros por conducción negligente. Isaac, un motorista que ha parado en el punto de control de los Mossos, dice que lo que pasa ahora en esta carretera no tiene nada que ver con lo que pasaba hace diez años. “Entonces sí que había carreras casi a diario. Ahora la gente se controla mucho más, desde que los Mossos montan estos servicios y, como mucho, lo que hacen es exhibirse ante sus compañeros”. Esas exhibiciones se hacen en las curvas más pronunciadas, que tienen hasta nombre. La conocida como Mercedes es una de las preferidas. Muchos paran en ella para ver cómo pasan una y otra vez sus compañeros. La mayoría de los motoristas apoya estos controles. “No podemos negar que hay gente que sobrepasa sus posibilidades y esos conductores suponen tanto un peligro para nosotros como para el resto de los usuarios de la carretera”, afirman Antonio y José Ángel, dos veteranos moteros de Molins de Rei. Durante las tres horas que dura el operativo se ha controlado a medio centenar de motoristas, de los cuales 17 han acabado sancionados. Conducciones negligentes, falta de documentación, carecer de carnet o trucajes en las máquinas son las causas de estas multas.


La última curva de Eric
La joven Paloma relata la muerte de su novio, víctima mortal de la carretera preferida por los moteros
“El circuito de Montmeló sólo sirve para los que tienen mucho dinero”, dice un aficionado

JAVIER RICOU - 13/10/2004
Manresa

Eric Pérez Vela murió con las botas puestas. “La moto era su sangre”, afirman sus amigos y cuantos le conocían. Este joven de 23 años y vecino de Esplugues de Llobregat ha pagado muy cara esa desenfrenada pasión por las dos ruedas.

Eric falleció el pasado 28 de septiembre, dos días después de estrellarse en una curva con su moto contra la valla de la carretera que va de Manresa a El Bruc.

Paloma, novia de Eric, fue testigo del trágico accidente. La pareja había salido a primera hora de la mañana de excursión con la moto, como hacían muchos fines de semana. Destino: la carretera BP-1101, que une las comarcas del Bages y Anoia. Eric conocía, al parecer, palmo a palmo los seis o siete kilómetros de esa vía preferidos por los moteros, con pronunciadas curvas y mucha pendiente.

“Quédate aquí y mira cómo quedo”, le dijo Eric a su novia, que estaba ya cansada de ir en moto, tras detener su máquina en una de las curvas más espectaculares. “Pasó dos veces y a la tercera perdió el control de la moto y su cuerpo se coló por debajo de la valla de la carretera”, recuerda Paloma en el mismo lugar del accidente, al que acudió una semana después con un grupo de amigos para depositar flores y llevar una foto de su novio, montado en su moto, que clavaron en el tronco de un pino de la fatídica curva. Fue su homenaje.

“No podemos negar que a Eric le gustaba correr, pero conocía muy bien sus posibilidades”, afirma uno de los amigos del motorista.

“Fue culpa de la gravilla, eso fue lo que le echó de la carretera”, añade Paloma. La valla contra la que impactó Eric actuó como un auténtico afilado cuchillo que seccionó casi totalmente la pierna del joven. Fue evacuado rápidamente en un helicóptero a un hospital de Barcelona, donde murió dos días después.

Antoni y José Ángel, miembros del Grupo Motard 150 de Molins de Rei, conocían a Eric y acudieron al emotivo homenaje que su novia y compañeros le rindieron el pasado domingo en la última curva que tomó el joven con su moto.

Estos dos expertos moteros no dudan de que el vecino de Esplugues de Llobregat estaría ahora vivo si se hubieran adoptado medidas de seguridad en las carreteras para reducir las consecuencias de accidentes como el padecido por Eric. De ahí su enorme desánimo y la tristeza.

“Ya no es sólo lo de las vallas, que te pueden partir el cuerpo en dos, sino que cuando no hay gravilla en la carretera, nos encontramos con una mancha de aceite o, lo que aún es peor, ahora hasta pintan las líneas sobre el asfalto con una pintura deslizante que te hace perder el control de la moto si pasas por encima”, afirman José Ángel y Antoni expresando de esta manera su protesta.

Cuando se pregunta a estos aficionados a la moto por qué no buscan un circuito para hacer este tipo de exhibiciones o correr sin limitación, la respuesta es unánime.

“Eso sólo es para los que tienen mucho dinero. Montmeló cobra cincuenta euros por media hora de circuito y además debes llevar la moto totalmente sellada, MERCÈ GILI lo que vale también dinero, y a lo que hay que añadir otros 720 euros, que es lo que cuestan los dos neumáticos que dejas en el asfalto en esos treinta minutos de circulación”.

Una vez escuchadas estas versiones, parece que para los moteros mortales la única opción que les queda son carreteras como la BP-1101, donde no se paga dinero por descargar adrenalina, aunque sí se juega uno el tipo. Y es que como dice uno de estos aficionados, “tal como están hoy en día las carreteras sabemos cuándo salimos de casa pero no si volveremos”.

lo que pretendo es enviar la carta que os mencionaba en este post con las firmas de todos los que querais apuntaros!

L’ssssssssssssss

ahi va un carta de un lector publicada hoy al respecto en la Vanguardia

Circuitos para motoristas

FREDERIC VARELA - 20/10/2004
TERRASSA

El mejor antídoto para que un motorista deje de buscar sus límites en carretera abierta es rodar en un circuito, porque es ahí donde te das cuenta de que puedes llevar la moto al cien por cien de tus posibilidades con una seguridad tremenda, mientras que en carretera llegarás como mucho a un 60 por ciento jugándote la vida y la de los demás.

Actualmente en Catalunya sólo se puede rodar en un circuito de asfalto, el Circuit de Catalunya, en unas fechas muy concretas y con precios y condiciones prohibitivas para la mayoría. Hace unos años se podía rodar en el circuito de Can Padró y en Calafat. Se organizaban rallys y subidas en cuesta en tramos de carretera cerrados al tráfico, como el Rally Ciutat de Barcelona o la Pujada a Santa Creu d´Olorda. ¿Qué ha pasado con todo esto?

Los circuitos pequeños son coto privado de escuelas de conducción, a las que no les interesa excesivamente el tema de las motos. Además, los motoclubs son entidades que sobreviven como pueden y que se han cansado de luchar con la Administración para conseguir permisos. Sólo nos queda la carretera abierta (a los motoristas de montaña, ni eso). Éste es el futuro que nos espera en Catalunya, la cuna del motociclismo español y forja de campeones, los mismos con los que después nuestros gobernantes aprovecharán para hacerse la foto correspondiente