AVISO: Ésto es un ladrillo.
Si no te encuentras con fuerzas, mejor déjalo para otro momento…
Aquí, el paquete oficial de Ducatistas.com, junto con Pi-pa, Desmo-Q, Turronn, Pablito y Juanjo estuvo de rodada en Pau el sábado y domingo pasados.
Y quiero compartir con vosotros las sensaciones que me traje de vuelta, y preguntar a los circuiteros con más experiencia sobre éstas.
Como algunos ya sabéis, me caí en Albacete el año pasado sin saber todavía muy bien por qué, cuando se me fue de delante la moto.
Desde entonces tengo un “tope” mental que me impide, por más empeño que le ponga, relajarme e ir rápido, fundamentalmente en curva.
No consigo dejar correr la moto y tumbar como debería.
Hasta el sábado, en Pau.
Después de llegar al circuito lloviendo, y tras haber decidido que no rodaríamos hasta el domingo, se nos “cruzaron los cables”, nos enfundamos los monos, y salimos a la pista.
La diferencia con el resto de veces que he rodado en circuito, es que me propuse ir relajado , y suave. La pista estaba algo húmeda aún, aunque había dejado de llover hacía tiempo.
Y salí detrás de Juanjo, de Santander, el colega de Pablito.
Marcaba un ritmo ligero, pero en absoluto asfixiante.
No apurábamos ni las aceleraciones ni las frenadas, pero yo notaba que ibamos bastante alegres en curva…
Yo iba absolutamente relajado, y cómodo, muy cómodo.
Cualquier otra vez, de las que he rodado, no habría aguantado detrás ni dos vueltas.
Sin embargo, iba disfrutando.
Es verdad que no acelerábamos a fondo entre curvas, ni frenábamos en el último momento a saco, pero aquella manera de entrar en curva rápido, mucho más de lo que yo lo había nunca, abriendo gas antes de entrar, era algo nuevo para mí.
Y el ver que el que iba delante de mí entraba a aquella velocidad y no le pasaba nada, me daba muchísima seguridad, hasta el punto de que el famoso “tope” paranoico que yo tenía desapareció, y me encotré trazando muuuucho más inclinado que de costumbre, y sin la más mínima sensación de intranquilidad, ni de miedo a que se fuera de delante.
Y en medio de tanto disfrute, sin darme cuanta, y sin ir a buscarlo,en la paella de acceso a la recta de meta, noté por 1ª vez la famosa rascada de rodilla.
Los que me conocen saben que no me descuelgo demasiado, y que apenas saco la rodilla, por lo que la plegada debió ser considerable.
Me asusté al rozar y levanté la moto en el acto.
Ma pasó Pablito, y la siguiente vuelta fue la mejor que he dado en mi vida.
Iba confiadísimo.
Ahora ya sabía dónde estaba el suelo, y hasta dónde podía inclinar sin miedo a “perder la rueda delantera”.
Después ya sabéis lo que pasó, Pablito se cayó, y se acabaron las tandas para nosotros el sábado.
El domigo, el día empezó más o ménos bien, pero ni de lejos tan bien com había acabado la última tanda del sábado (´bien para mí, claro, no para Pablito).
Pero me fui relajando, y parece que volvieron a salir las cosas.
Volvía a entrar rápido en curva, tumbaba sin pensar, y me divertía.
En una de ésas volví a rozar.
No me lo esperaba y me volví a asustar y a levantar la moto.
El resto de la mañana fue bastante bien.
Pero, por la tarde, volvió el ILF de toda la vida.
Volvieron los miedos.
Me volvía a parecer que se me iba a ir de delante, que me iba a ir al suelo…
Nome bastaba ver , por ejemplo, a Turronn delante de mí super-plegado para tranquilizarme.
NO. Si lo hacía yo, me caía, seguro.
No salí a pista las dos útimas tandas. Había dejado de disfrutar.
Ya estaba otra vez pilotando “por cojones”. Muy agresivamente, frenando demasiado, cortando gas en mitad de curva por miedo, etc.
Y mi pregunta para los que lleváis en ésto de rodar en circuito mucho tiempo es ¿es ésto normal?
Quiero decir. Yo siempre he sido consciente de mis limitaciones, y siempre he pensado que me faltaba confianza.
Que, con el tiempo, me iría soltando, perdiendo el miedo, relajándome en las curvas, y mejorando poco a poco.
Porque la teoría me la sé de memoria.
Pero pensaba que una vez que cojes confianza y soltura, no “se va”, así, de repente.
Supongo que sería el cansancio después de día y medio de tandas, el viaje, dormir poco etc, lo que te hace perder la concentración y volver a hacer que aparezcan los “fantasmas”.
Pero realmente creía que había superado ya una forma de pilotar torpe y nerviosa, y ver que seguía estando ahí, después de haber saboreado la diversión del día anterior, me ha dejado “tocado”…
No sé, por momentos me planteo si en realidad seré capaz algún día de “soltarme”, pero definitiva e irreversiblemente, o si, por el contrario, me tendré que conformar con un “día inspirado” muy de vez en cuando…
Sólo sé que a día de hoy, me muero por volver a Pau.
A ver si puede ser el mes que viene. :twisted: :twisted: :twisted: :twisted:
Al que haya sido capaz de lleérselo todo, le pago un trago.
Y al “quemao” que me conteste, le invito a cenar en cualquier tanda o cursillo en que coincidamos.
Vssssssssssssss