Y la Multistrada, pero aquí solo hablo de la Xdiavel.
Al principio se me calaba. ¡Qué vergüenza! 33 años de carnet de moto, 15 ó 16 motos en mi haber, incluyendo una Triumph Bonneville America (la única “custom” o similar que he tenido) y una yamaha MT-01. Ninguna de las dos se parecía a la Xdiavel, pero son lo que menos se aleja de ella.
Me costó un poco cogerle el punto a ese embrague tan concentrado el el primer tramo de la palanca, pero a base de acelerar algo más acabé apañándome. Al fin y al cabo, minutos antes acababa de bajarme de mi Guzzi Stelvio y esperaba otro motor con mucho par en bajas rpm y poca estirada, pero nada más lejos de la realidad en la Xdiavel. La Ducati te permite llevarla a pocas rpm, pero no deja de tener un motor deportivo que te pide guerra.
Al poco de salir quise cambiar el modo de “urban” al intermedio (¿“touring”?) para tener disponibles los 156 cv, pero me salía el mensaje de “close throttle” o algo así en la pantalla, y al del conce se le había olvidado decirme que hay que cortar gas para que se active el cambio de modo. Al final me apañé, pero ya me había metido en una autopista aburrida de la que no veía por dónde salir. Quería curvas y ya no sabía dónde encontrarlas, torpe de mi.
En fin, pensé que la Xdiavel es una “cruiser”, al menos en teoría, y empece a “cruisear” la autopista. La moto se sentía muy, muy estable y cómoda a velocidad legal. Iba hecho un marqués, y sólo lamentaba que los de alrededor disfrutaban viendo la moto y yo no. La respuesta al acelerador era inmediata y contundente. Pronto me di cuenta que me rara vez lelvaba la moto por encima de las 5.000 rpm, supongo que por “vicios” adquiridos con la Stelvio, que va cómoda a partir de las 2.000 rpm. Pero con la XD, me daba la sensación de que yo no estaba sabiendo aprovechar bien ese pedazo de motor, que la moto no está pensada para “cruisear” a 3.000 rpm, sino para humillar a los que no sepan ver en ella el peasso bicharraco que esconde tras esa apariencia de cosa bonita.
Bueno, rpm altas o bajas, yo iba disfrutando de lo lindo. Para desahogarme y de paso probar el motor, de vez en cuando aceleraba un poco y el motor se disparaba. No podía acelerar con fuerza porque la moto se habría catapultado literalmente hacia delante. Incluso desde bajas rpm, salía disparada. Lo cual me recordaba otra vez que había mucho potencial en el motor que yo no estaba sabiendo aprovechar. En fin, era una prueba con tiempo limitado y no iba a poder acercarme a las carreteras de curvas que conozco, donde habría podido evaluarla mejor. Así es la vida.
En un momento dado tuve que hacer una curva muy cerrada para cambiar de la autopista principal a otra de circunvalación. Reduje velocidad, apreté los dientes, y allá que entré. La XD me sorprendió yendo exactamente por donde yo quería sin el menor esfuerzo y trazando la curva con total aplomo hasta el final. No es en absoluto una moto diseñada exclusivamente para grandes rectas, al contrario, para su apariencia y peso, me pareció muy ágil.
El único “pero” es que tras no mucho rato, empecé a notar dolor por sobrecarga en el interior del muslo derecho, creo que es el músculo semimembranoso. Me dolía como cuando monto en bici de montaña, y pensé que podía ser porque el peculiar asiendo te la XD apoyara levemente sobre ese músculo, o por la postura elevada de los pies. Rápidamente pensé: “si la tengo algún día, le cambio los estribos por otros posicionados a la tradicional”. En fin, primero tendré que comprar una.
De vuelta al concesionario me equivoqué de calle y tuve que callejear algo más de lo previsto. Me sirvió para comprobar que ya le había pillado el truco al embrague, no se me calaba y no hubo más vergüenza pública para mi.
Mis conclusiones tras probar la moto fueron mixtas. Me gustó mucho y me sorprendió la agilidad de la moto, tambiém me gustó su estabilidad, la moto no se inmutó por nada, hizo lo que yo le pedía en todo momento y era un día de bastante viento. Me disgustó la postura de los pies tan elevados, simplemente porque se me hizo incómoda; igual con tiempo me acostumbraría. Me gustó el motor, mucho, pero me habrían gustado más algunos cv menos y más par en la parte baja del cuentavueltas. Si la moto ya me parecía bonita, me lo pareció más aún, pero me frustró mucho que la carretera no estuviera plagada de espejos para poder ver yo también la moto, que sé que los de mi alrededor disfrutaban viéndola, y yo quería eso además del placer de pilotarla.
Curiosamente, en el conce conocí a un forero (pensaba que de este foro, pero puede que del Club Triumph; demasiados foros, disculpa, amigo) que es feliz propietario de una Xdiavel S y la usa principalmente por la ciudad. Me sorprendió, porque yo me veía más ruteando tranquilo en una moto así, pero bien es cierto que nunca volví al modo “urban” después de quitarlo, y quizá con él habría disfrutado más callejeando. En fin, qué sabe uno.
Cuando volví a la Stelvio, pensé que ese era el motor que le habría ido bien a la Xdiavel. Pero eso no es del todo cierto. La Stelvio vibra como una condenada, y aunque a pocas revoluciones va muy bien y ruge (escape Agostini, no de serie), cuando le retuerces la oreja es perezosa, y así no puedes humillar a la competencia.
No entiendo muy bien la Xdiavel, pero me gustó. Y no me la quito de la cabeza. Qué miedo. :sweatdrop: