Hola Señores.
Por lo que mas o menos escribo por el foro imaginareis que soy un tipo muy perfeccionista y que siempre intento sacar el 110% a mis motos, afinando suspensiones, presiones, etc…
El otro día, tras montar mi flamante juego de Rosso Corsa quise salir a “rodarlas”. Finalmente volví a montar estas por el precio y porque ya que había trabajado suspensiones y presiones quería comprobar hasta donde había podido llegar. Para ello elegí una de las rutas mas bonitas y con mas curvas ciegas de mi zona y sin duda con un asfalto cada vez en peor estado y mas bacheado. Hice un pequeño rodeo para no tocar nada de autovía.
La ruta está compuesta por un tramo de carretera regional, amplia bien señalizada pero con el asfalto muy pulido y resvaladizo y el resto curvas lentas y ciegas de segunda, con alguna estira, muy bacheado y asfalto viejo pero mas rugoso. En las lentas tienes que dejar correr la moto a apenas 4000 rpm en 2ª y tirar la moto “a muerte” en cada curva.
La última vez que la hice, aún con las presiones de serie, jugando con suspensiones, no iba cómodo porque no podía ir suficientemente rápido como para que cojan temperatura las gomas y por esta razón y los baches no me sentía seguro y la verdad que era una lastima porque esta ruta se me estaba empezando a atragantar porque la carretera aunque en mal estado es muy entretenida y siempre encuentras mas motos en el camino o al final de la ruta para charlar un rato.
Como ese día iba a rodar las gomas solo quería curvear tranquilo, limpiando la mayor parte de la goma pero con seguridad, solo, sin prisas ni presiones, por lo que elegí la hora de la siesta para asegurarme que podía ir a mi aire y sin mas motos.
Ese día llegue a casa con una satisfacción con la SF como nunca había sentido desde que la compré, direis que por que?, tal vez ha sido el primer día que he podido disfrutar de la moto en todo su esplendor. Os cuento.
Mira que iba tranquilo, curveando a mi ritmo, con suavidad, sintiendo el asfalto mimando el gas y el freno, y era increible ver esa sensación de seguridad en el tren delantero, esa sensación que echaba de menos en esta moto. Eso de entrar en la curva sin apurar la frenada y dejar correr la moto por la trazada que te conoces con un aplomo y una seguridad como si fueras pegado al asfalto, AUN CON BACHES Y RIZADOS, tirando la moto sin la mas mínima duda. La horquilla dándote firmeza en las frenadas, la entrada en curva perfecta con la extensión adecuada para facilitar la trazada, los apoyos en curva seguros y con aplomo; la rueda trasera copiando perfectamente las irregularidades de la carretera sin querer insinuar un derrape o salto en los baches ni en plena tumbada…ERA MAGÍCO, ver como la SF seguía mis pensamientos, daba seguridad y se lo tragaba todo pero con firmeza.
En aquel momento pensé: “como voy tranquilo porque llevo las gomas nuevas, no voy forzando el ritmo y por eso voy tan cómodo”.
El caso que llegúe al final del trayecto y me di la vuelta para casa tras hacer una paradita de 30 minutos para ver el paisaje y relajarme un poquito, porque era inusual ver este paraje tan solitario.
En cuanto volví a coger la moto, me llamó la atención que en apenas unos miles de metros las gomas y la moto me volvía a dar una confianza plena. Ingenuo de mi pensaba que era por el ritmo tranquilo que llevaba.
Mi sorpresa fue cuando me bajé en casa y pude apreciar que usé el neumatico trasero casi al 100% (me sobraría apenas 2 mm ) y el delantero unos 5 mm…No me lo podía creer que en esa carretera en la que jamás ha llevado ritmo con la SF, en una tarde fresca en la sierra (unos 20-25 grados), en un tramo que antes no era capaz de calentar las gomas ni queriendo ahora pudiera hacer todo esto.
Sinceramente, sigo sin creermelo y creo que los “calentamientos” con las suspensiones y sobre todo el nuevo rumbo que tomó todo tras cambiar las presiones ha sido excepcionalmente gratificador. No se si sigue siendo un espejismo que desaparecerá en cuanto haga algunos miles de km o realmente he conseguido dejar la moto a mi gusto. Os ha pasado esto alguna vez?
Solo quería compartirlo con vosotros.
Gracias por leerme.