Partimos en avión desde Madrid hacia Bolonia, en la compañía de bajo coste Ryanair. El aeropuerto de destino es Guglielmo Marconi, al salir a la terminal buscamos la parada del aerobús (6€), en unos 25 minutos (sin trafico) llegamos a la estación de tren de Bolonia, estación Central.
Nuestro hotel estaba muy cerca, por lo que no necesitamos coger ni taxi ni bus.
El día “D”, nos levantamos pronto porque teníamos la reserva en la fábrica de Ducati a las 11.30 (si no reservas con antelación no te dejan entrar, además los vigilantes de la puerta no son nada simpaticos).
Fuimos a la estación de trenes donde existe una parada de taxis, con la mala suerte de que estaba lloviendo, lo que originó una cola de más de 45 minutos de gente esperando a coger un taxi. Por lo que optamos por coger un bus, uno de los que para cerca la fábrica fue el número 13 (1.5€), lo cogimos cerca de la calle Lame. Tarda unos 15 minutos, la parada se llama también Ducati.
La fábrica está a 50 metros aproximadamente de la parada del autobús. Cuando llegé pensé que no me lo creía, pero si, por fin había coseguido llegar a verla.
Al ser socio del DOC ducatistas, la entrada es gratuita, si llevas la llave roja te cuesta un poco menos (8€).
Lo primero que vimos fue la fábrica, (no fotos, no videos), no nos enteramos de mucho por que hablaba italiano, la otra visita que había era en inglés. Realmente merece la pena entrar a ver la fábrica, hasta que no entras no te das cuenta de cómo realmente hacen las motos más bonitas del mundo. La visita a la fábrica duró unos 35 min. Después pasamos al museo, esta genial, ya que ves desde la primera ducati hasta la última de GP.
Dentro de las instalaciones, tienen una pequeña tienda de la marca. Pero la que realmente interesa por precio y por cantidad, es la que se encuentro fuera de las instalaciones, a unos 350 metros. Es cierto que no regalan nada, pero por lo menos te puedes comprar algún detallin.
Cuando nos dirigíamos a la parada de bus para volver al centro, vimos cómo estaba llegando el autobús número 576 (3.5€), nos dimos cuenta que era el bus que llevaba a la fábrica de Lamborgini. Sabíamos que había que reservar para poder ver la fábrica (40€), pero aun así lo cogimos para ver el museo (10€ para estudiantes). Está bien, aunque pensábamos que iba a ser un poco más grande, con más coches. A la salida, cogimos el mismo bus, que nos dejó en la estación de autobuses de Bolonia.
Visita a Ferrari, como no, también nos levantamos pronto, cogimos un tren hasta Módena (3.7€), y de ahí fuimos andando hasta la estación de autobuses a un kilómetro. Cogimos el bus numero 800 (3.5€), y en 50 minutos nos dejó en Maranello. Tuvimos que andar unos 700 metros para llegar al museo, que no la fábrica ya que se encuentran en lugares diferentes. Este museo (14€) a diferencia del de Lamborgini, es mucho más grande, cuenta la historia de la marca y todos sus coches más emblemáticos. Además hay una sala de proyección, donde muestran todas las películas donde han aparecido algún Ferrari.
Los souvenir de Maranello, son carísimos. El negocio redondo, es el que hacen algunas empresas alquilando coches de alta gama por la zona cercana al museo.
Mi opinión es que es 100% recomendable. Te guste o no las motos/coches, merece la pena. Esta genial
Saludos,
, se echa de menos alguna foto, la próxima visita en moto , llegar con tu moto a la casa donde nació no tiene precio :smitten:
