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W.D.W: es increíble las emociones que tres simples letras pueden provocar en un ducatista. Todavía recuerdo, por aquel lejano 2.010 esas sensaciones de alegría y perplejidad, cuando decidí ir por primera vez a la concentración mundial de la marca con unos cuantos compañeros de este foro.
Una catarsis ducatista donde se dan cita más de 80.000 entusiastas de las pelirrojas. Tres días de una mezcla entre éxtasis y frikismo jaleada por los embragues en seco, los pilotos de la marca, las preparaciones más increíbles y la ineludible visita a la fabrica y museo de nuestra marca en Borgo Panigale.
Han pasado seis años de ese viaje para tener que darme cuenta de que he madurado muy poco. Esto lo digo porque, tras decidir repetir, este año tuve exactamente las mismas mariposas en el estomago, la misma emoción contenida, la misma obsesión en preparar un viaje, que de partida sabía que es de los más gratificantes que se pueden realizar desde una Ducati.
También tenía un par de elementos que prometían hacerlo único: por un lado el estreno de mi Multistrada 1200 DVT y por otro lado, a diferencia del 2.010 que fui y volví en ferry, la totalidad del viaje iba a ser a lomos de la moto. Esto suponía más de 5.000 kilómetros recorriendo la totalidad de los Pirineos, los Alpes franceses, los Alpes suizos y los Dolomitas italianos. 13 días, 13 días de verano en los que iba a cumplir un sueño (aunque fuera a ser por segunda vez). 13 días de verano por flamantes carreteras, con mi flamante moto nueva y transcurriendo entre flamantes puertos de montaña. ¿A que suena de p.m?. Pues la realidad fue infinitamente mejor.
La idea me surgió en marzo, cuando estrené la Multi. Que mejor que este viaje para probar la moto en su salsa. Maletas (si, por fin se acabaron las mochilas), posición cómoda para viajar, adaptación a todo tipo de carreteras y trazados, etc…. En fin, que pensé en ese típico “joder, que bien estaría poder estrenar la moto para el WDW”.
Enseguida vinieron los peros (obligaciones familiares, obligaciones profesionales, la pasta por la que me va a salir, hipoteco las vacaciones de la familia, etc…)…”joder Carlos, ya lo estás flipando otra vez”.
Pero fue determinante estar curioseando el foro y ver un post de mis colegas gallegos de DOC (@Ducanton y [member=10735]Leige[/member]), en el que exponían el planning perfecto del viaje, las etapas, las rutas, etc… Eso ya fue demasiado para mi. Además de todo, irme con unos buenos amigos, que ya conocía como ruedan y cuya manera de enfocar el turismo en moto es muy similar a la mía……
No pude evitar hacer una llamada rápida a [member=13081]ducantón[/member] para pedirle información y en la que me confirmó fechas y asistentes (4 en total). “Tengo que ir, tengo que ir, tengo que ir, tengo que ir……” estaba a marzo y no me podía quitar esta letanía de la cabeza.
Así que a “vender la moto” (nunca mejor dicho), empezando por mi casa. No voy a contar por aquí como lo conseguí porque creo que voy a patentarlo y montarme una consultoría al respecto, jajajajaja. (es broma ya que únicamente se debe a la enorme comprensión y respeto que tiene mi familia por mi afición y que agradezcoe aquí públicamente).
Conseguir vacaciones (el viaje empezó el 25 de Junio y el día 2 de Junio me incorporaba a un nuevo puesto de trabajo) tampoco fue tarea fácil.
Pero al final cuadró todo y a mediados de abril ya sabía que iba. Quedaban dos meses de proponer rutas alternativas, buscar hoteles, estudiar mapas, preparar equipajes y logística y lo mejor, conversaciones eternas de teléfono y whattsapp con mis amigos gallegos.
Todo eso hasta la noche anterior. Y otra noche sin dormir de nuevo. Y eso es que llevo más de cien mil kilómetros en moto, tres Ducatis y múltiples actividades y kedadas, pero sigo con ese nerviosismo e ilusión ante un evento motero igual que el primer día.
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Siete de la mañana, ducha rápida con una sonrisa de oreja a oreja. Sé que esa noche voy a dormir en Toulouse, pero en vez de dirigirme hacía allí decido ir en búsqueda de mis colegas gallegos y comer todos juntos en Irún. Así aprovecho para recorrerse todo el Pirineo oscense y navarro para calentar motores. El previo promete: Ansó, valle del Roncal, Ochagavía, Roncesvalles, Lesaka, etc. Y no solo prometía sino que cumplió (500 kms de curvas, asfalto perfecto y paisajes alucinantes) . A las 15 horas en Irún. Y con puntualidad británica (a los quince minutos de la llegada) ya oigo el rugido a lo lejos de varios Termignonis. “Guauuuu, ya están aquí”. Y se divisan a lo lejos la Panigale 1199, la S4RS, la Monster821 y la Multi1100S que serían mis compañeras de viaje.
Como no podía ser de otra manera, la comida se alargó lo suyo. Mucho tiempo sin vernos y muchas anécdotas que contar. Si, se hizo tarde, y hubo que entrar en Francia directamente por autopista hasta Tolouse. Aburrido, muy aburrido. Pero se cumplió el planning y a las nueve de la noche ya estábamos todos en bermudas en el bar del hotel celebrando nuestro primer día de WDW.
Lo bueno llegaba al día siguiente (ruta hasta Montblanc- Chamonix) adentrándonos ya en los Alpes como previo a una de las mejores semanas de moto y montaña que iba a vivir en toda mi vida. En Chamonix se unieron al grupo dos amiguetes de Burgos.
A partir de aquí cuatro días de puertos y paisajes increíbles: Furkapass, Grimselpass, Paso de San Gotardo, Paso Stelvio, Paso Manhem, Kolfosco, Col de Turini, Paso di Futta,….
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Rodando por esas carreteras a más de 2.500 metros de altitud y con un paisaje y en un entorno que te hace sentirte minúsculo aprendes a cambiar de chip. Ya no es la velocidad, ni el grado de inclinación, ni las frenadas imposibles. Ahora estás obligado a observar cada paisaje, a sentir el frio de la nieve, a retener los olores de césped y de tierra mojada, a asombrarte con increíbles saltos de agua, a pararte a hacer cientos de fotos…… Aprendes a disfrutar de la moto con mayúsculas y, en los Alpes Suizos y Dolomitas acabas con la sensación de que has pasado a la primera división del turismo en motocicleta.
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Cinco días de más de 10 horas en moto, que no impidieron hacer algo de turismo tras la oportuna ducha y pinta (Trento, Lago di Como, Pisa……).
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Y el Jueves, por fin, llegada a Igea Marina, un pueblecito costero pegado a Rimini, donde se establecimos la base de operaciones para los tres días siguientes, que se pasarían en el Circuito Internacional “Marco Simoncelli” de Misano. Aunque tenía muchas ganas de volver a sumergirme en la vorágine del WDW empezaba a albergar la sensación de que lo mejor del viaje ya había pasado.
Aun así esos tres días en un sitio con más de 80.000 tifosis de la marca, con preparaciones increíbles, con exhibiciones de los pilotos (Stoner, Dovicioso, Bayliss, Iannone, Davies, Emilio Zamora…), con cientos de risas con ducatistas españoles e italianos, dan para muchas sensaciones.
Tres días en los que el único color existente es el rojo y todo lo que tienes alrededor, todo lo que puedes ver, oir, oler y sentir tiene que ver con la competición y con nuestra marca.
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El domingo se cerraba la etapa con la visita guiada a la Fabrica y al Museo en Borgo Panigale y tuve la suerte de poder ver la remodelación del Museo que posteriormente se inauguraría con motivo del 90 Aniversario de la marca (solo lo abrieron durante los días del WDW ya que la inauguración oficial fue en Septiembre).
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A partir de aquí tocaba volver, Esta vez tocaba recorrer toda la Costa Azul, pero ya se sabe, en las vueltas siempre se tiene la sensación de que la fiesta se acaba y no se disfruta tanto. Por tanto, no extiendo mucho en la crónica de la misma.
WDW2010, WDW2016, ………¿Cuál será el próximo?..……”no tengo ni puta idea, pero se que volveré a ir. Volveré en cuanto pueda”.
. De esos momentos que guardas para recordar cuándo tienes un mal día. Que 13 días de moto!! El WDW es una experiencia que cualquier ducatista debería vivir alguna vez, o varias, en su vida, pero como muchas veces se dice, lo importante es el viaje, no el destino. Recorrer los alpes con un tiempo tan espectacular es la leche. Una de las mejores etapas para mi fue la del 27 de junio, que mejor manera de celebrar mi cumpleaños :smitten: . Salíamos de Le Grand Bornand, en Francia, atravesamos buena parte de Suiza, impresionante Interlaken, precioso Grinselpass y Furkapass, para hacer noche en Lago di Como ,ya en Italia. Inolvidable
), tuvo que hacer escalada libre ,sin cuerda de seguridad, para lograr esta perspectiva :uglystupid:
