KTM introduce el KERS en el motociclismo
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El año pasado en el GP de Valencia, pudimos ver como Tomoyoshi Koyama ganaba 10 puestos tras apenas recorrer tres curvas, pero ahora hemos podido saber que el mérito de aquella remontada no era sólo del piloto, KTM había incorporado el sistema KERS en sus motos.
Los que sigáis la actualidad de la F1, sabréis de sobra que el KERS (Kinetic Energy Recovery System) es un dispositivo que permite transformar parte de la energía cinética de un vehículo en energía eléctrica. El KERS es capaz de almacenar en baterías o condensadores la energía eléctrica necesaria para aportar una buena dosis de potencia durante un tiempo determinado.
Harald Bartol ha destacado por ser un técnico innovador que siempre ha buscado dar una vuelta de tuerca más para obtener más rendimiento de los ya exprimidos motores de dos tiempos. De sus manos salió el motor de las Derbi que logró un mundial bajo el nombre de Gilera y sus motos, las KTM que desarrolla desde 2003, son las únicas que incorporan un sistema de alimentación alternativo, o más bien complementario, al carburador.
Pero la verdadera noticia casi salió a la luz inesperadamente en el último GP de la temporada. Koyama estuvo a punto de irse al suelo con la moto con la que experimentaban el KERS en carrera. Finalmente logró un 7º puesto cuando partía desde la 18ª posición de la parrilla poniendo de manifiesto que el sistema de Bartol funcionaba.
El turno de Marc Márquez llegó en los entenamientos de Valencia. Marc probó el sistema y todo apunta a que contará con él esta temporada. Se trata de una importante ventaja para Márquez pues el pequeño piloto catalán debe salir a pista con su moto lastrada para alcanzar el peso mínimo que exige el reglamento. Pero ahora el KERS de KTM podrá convertir parte del peso muerto del wolframio en los casi 3 CV –2 Kw– que proporciona este sistema eléctrico.
Márquez logró el quinto mejor resultado en Valencia y fue el primer piloto KTM pero el sistema está en pruebas y hay mucho trabajo por depurar. Sólo actúa a partir de la tercera marcha y en determinadas zonas del circuito seleccionadas previamente, pero cuando entra en funcionamiento provoca que la moto sea muy crítica y el freno motor que simula hace que la rueda trasera patine con demasiada facilidad.
De cualquier manera, todo apunta a que Bartol ha vuelto a sacar de la chistera un invento que promete marcar un antes y un después en la competición. Tarde o temprano lo veremos en las motos de calle, pero para eso queda mucho camino por recorrer y todo pasa por que se efectivo en competición.